Gastritis
Gastritis
Pocas personas sufriran de esta enfermedad como yo cuando fumaba, tomaba alcohol, comía de todo y no tenía más paz pues era un dolor insoportable. Ella consiste en una inflamación del estómago. Y no es nada extraño que, con el estado nervioso depresivo y alterado como el que vive el hombre de nuestro problemático siglo, alguien pueda salvarse de sus consecuencias.
Causas:
No solamente la alimentación incompatible e indigesta, sino también por todo lo que ya hemos señalado. Se come demasiado de prisa. Se ingieren cosas demasiado frías o exageradamente calientes. Los picantes y estimulantes de toda especie, y sin comentar mucho de los medicamentos tóxicos que ingerimos. Si no hacemos cambios como mando Jesús en los malos hábitos, las úlceras y enfermedades más graves vendrán en la secuencia.
Síntomas:
Quemación, Inapetencia, cólicos, mal aliento, dolores y sensación de pesadez en el estómago, dolores de cabeza, mareos, sintiéndose como que “empachado”.
Tratamiento:
Evitar las causas que la originan como estar estresado, nervioso, comer chili, tomar café, carnes y derivados y efectuar uno o dos días de ayuno, bebiendo solamente tés de manzanilla, menta, salvia, poco ajenjo, poleo, paico, hierba del pollo, cola de caballo, etc.
Comidas:
Hay que ensalivar bien los alimentos que vayan a la boca, mediante una masticación cabal. Si no tienes diabetes la papaya hará maravillas, y es bueno tomar caldos de cereales, como también de vegetales. La avena tiene que ser gruesa pero hervida por unos 20 a 30 minutos para quebrar la fibra y no lastimar el trato digestivo. También el cocimiento de semilla de lino – linaza – y agua con limón conforme va a tolerar sin dolor.
Luego, se reiniciará la alimentación mediante purés de papa y zapallo o calabaza, zanahoria rallada, ensaladas crudas y otras verduras frescas. Con un tratamiento, pronto desaparecerá la inflamación, y por consecuencia la molestia.
Durante la noche, duérmase con un cataplasma de barro sobre la región del estómago y el vientre; operación esta, que se repetirá hasta que haya curado; de esta manera se sacará el calor interno.
Dos “baños restauradores” fríos diariamente, de 15 a 20 minutos de duración, y a la mañana al levantarse, una frotación con toalla mojada, en agua a igual temperatura, activarán la circulación de la sangre y permitirán la descongestión del órgano enfermo. En casos agudos, repítase al acostarse el último procedimiento.
Los baños de sol sobre la parte afectada, dan resultados admirables.
El baño de vapor se hará semanalmente, para eliminar las sustancias venenosas que, de otra manera o demorarían en salir o directamente se mantendrían acumuladas en el interior; eso ayudará al proceso de curación.
El jugo de una papa rallada y exprimida, se mezcla con el zumo de un limón, se bebe por la mañana en ayunas y por la noche al acostarse. Esto se repite según necesidad. Recomendamos que la extracción de los líquidos se haga en el momento en que se vayan a usar y no antes.
Puede usarse una cucharadita de carbón vegetal en polvo, disuelto en un poco de agua, y tomárselo después de las comidas.
Pueden usarse cataplasmas de barro, o cataplasmas de barro juntamente con carbón, las cuales pueden colocarse antes de acostarse.
Evitar:
Los antiácidos pues reduce el ácido clorhídrico al momento pero el cuerpo lo aumenta más después haciendo que la enfermedad sea crónica terminando con una ulcera o un cáncer.
Hierbas:
Boldo del Chile, Cuasia Amara, Dandelion o diente de león, Maytenos, Triphala, Cynara Scolymus, Manzanilla, Menta…
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